Una de las definiciones más comunes (en inglés) de la música para el cine es la de Background music. La encontramos en libros teóricos, técnicos, en artículos y en numerosas entrevistas o declaraciones, incluyendo las que hacen los propios compositores. En su traducción al castellano sería música de fondo. Y efectivamente, son frecuentes las ocasiones en las que la música se posisiona de fondo, tras los demás que participan con ella en la competición sonora. Pero son muchas otras las veces en que la música se posiciona al frente, por delante y predominante frente a efectos sonoros, sonido e incluso diálogos. Y sin embargo a este modo de posicionar la música se le sigue categorizando dentro del Background music cuando es, abiertamente, Foreground music (música en primer plano)

Foreground music es una definición que rarísimamente se emplea, y las pocas veces que suele referirse a ella es para ubicarla en el espacio sonoro que queda libre cuando no hay diálogos, lo que tampoco es exacto. Generalmente en el Background podría ubicarse la música que es oída pero no escuchada, en tanto en el Foreground aquella que es además de oída, también escuchada. Una música que se escuche estará en un primer plano y el espectador, siendo más consciente de su presencia, podrá tener una participación más activa, en tanto que una música que se oiga pero no se escuche estará en segundo plano y el espectador, no siendo tan consciente de su presencia, será más pasivo ante su influencia.

No tiene que ver con el volumen al que esté puesta la música, las hay que están a volumen alto pero no por ello son escuchadas. Lo que determina la diferencia entre el Background y el Foreground en la música es la percepción que tenga sobre su presencia quien ve la película, y por ello son dos categorías distintas que no pueden agruparse en una sola.

Un ejemplo de música de fondo (Background) es el contratema de Cómodo en Gladiator (00) y en la misma película constatamos dos temas centrales -el del gladiador y el principal, de Máximo- que están en primer plano (Foreground), aunque evidentemente no en todos los momentos pues ambas músicas se ubican en ambos planos de percepción, por razones dramáticas y también narrativas. Y que un tema musical central o principal pueda moverse en el ámbito de lo solo oído y de lo escuchado forma parte de la dinámica usual en los guiones musicales.

Es posible, de todos modos, que aunque la audiencia escuche claramente la música no sea partícipe activa de la misma, y por tanto siga estando controlada por ella. Cuando Máximo muere, en la película de Ridley Scott, y suena esplendorosa su música, celebrando de alguna manera que por fin va a poder reunirse con su mujer e hijo, es sobradamente evidente que en ese momento la música es escuchada y está en el Foreground. Pero es la muerte de Máximo lo que protagonisza absolutamente la escena, y la música le atribuye el significado final. Sin embargo, encontramos muchos ejemplos de música en Foreground donde el espectador es partícipe muy activo de la música, para bien o para mal: en las sagas de Star Wars o de Indiana Jones, o cuando la música indica que, aunque no se le vea (todavía) el tiburón está ahí.

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