Durante una inmersión, dos hermanas se quedan atrapadas en una jaula de avistamiento de tiburones, con el oxígeno agotándose y rodeadas de peligrosos tiburones blancos.
Reseña de Manu Monteagudo:
La mayor parte de esta creación es aplicada en las escenas bajo el agua, sin que haya música en un solo instante fuera de ella, salvo en las canciones de turno. Es cuando entramos en el fondo marino cuando la banda sonora toma partido tanto para dibujar lo fascinante que resulta el océano como para resaltar lo amenazante que es. Resulta una banda sonora puramente atmosférica, que aporta la necesaria tensión en las escenas que lo piden, y de calma cuando la situación lo requiere. Progresivamente la banda sonora toma un camino de urgencia acorde con el filme, y cada vez resulta mas agresiva a la vez que intenta fortalecer la esperanza de las dos jóvenes atrapadas. Nada nuevo en un trabajo que se basa en el sentido atmosférico más pleno, y aunque intente en su final desarrollar un tema, no deja de ser una banda sonora de género con los recursos ya manidos.