Videojuego, secuela de Alan Wake (10), en el que el protagonista debe sobrevivir a nuevas experiencias pesadillescas.
Banda sonora que sigue en parte la línea del anterior juego, pero aquí se dedica más espacio a lo ambiental que a lo dramático. Es muy eficiente en la creación de entornos nebulosos y crípticos, para fomentar la sensación de misterio, con temas muy notables y elaborados.