Reseña de Manuel Báez:

Esta serie animada se ha tomado en serio el apartado artístico, cuidando los detalles al milímetro, y la importancia de la música en la narrativa, a pesar de ciertas concesiones en momentos determinados, tiene mérito en el éxito de su conjunto. El sentido narrativo no es explícito, por lo que gana a medida que la trama evoluciona y se sumerge de lleno en esta distopía con gran influencia del género cyber-punk, estableciendo códigos que anteceden la propia evolución de los personajes y cuidando mucho la alternancia entre el punto de vista del espectador y los personajes.

Hay música preexistente -poca- que funciona a la perfección y que muestra el cambio radical de un símbolo de Zaun, el bar, que pasa de ser un lugar de encuentro de los suburbios, casi anacrónico en un mundo repleto de tecnología -representado por el blues y el soul- a uno caótico en el que predomina el estilo urbano y la seguridad y el concepto de familia y unidad han desaparecido.

En los suburbios empobrecidos de Zaun la música es urbana, representando a sus tribus y su carácter vertiginoso, mientras que Piltover es representada con un lenguaje más clásico y elegante. Esto tiene lugar tanto con música diegética como no diegética, dando mayor fuerza al conjunto.  En este sentido la mayoría de las canciones (tanto preexistentes como propias) no están elegidas al azar y, al margen de los gustos, la inclusión de géneros como el hip-hop es acertada, salvo excepciones que rompen ese equilibrio y el excesivo uso de clichés en música de acción. Hay música instrumental de gran belleza, con chelos y violines solistas y una gran importancia de las cuerdas en la instrumentación para representar las emociones de los personajes.

En los primeros capítulos la función de la música instrumental no parece narrativa, pero a partir del tercer capítulo las piezas se juntan, especialmente cuando anteceden la evolución del personaje de Jinx en una escena construida con gran inteligencia: mientras el caos, la tristeza y la muerte se desatan, la música, suave y casi alegre, pertenece al personaje, narra su vivencia en lugar de centrase en la acción. Además, ciertos elementos musicales con gran tensión, apenas audibles, ya dejan entrever el cambio que tendrá lugar y el demonio y la locura que hay en el personaje y que se desatará posteriormente. Este es un momento brillante que merece ser reseñado y que sienta las bases de la narrativa escogida por los compositores. En algunas peleas la música es jovial. Esto podría confundirse, una vez más, con un guiño a la población más joven, pero su uso es limitado a ciertos personajes, representando su propio disfrute, la sensación de éxtasis que les embarga al enfrentarse a otros, en lugar de centrarse en utilizar códigos propios de la acción.

Hay momentos, sin embargo, en los que los cambios musicales son excesivamente bruscos, pudiendo llegar a sacar a la audiencia de la narrativa, especialmente con algunas canciones que irrumpen con excesiva brusquedad. En ocasiones funciona bien, pero es un recurso del que se abusa, empañando un poco el resultado final. Podrían haber aprovechado mejor el desarrollo de temas principales y secundarios, si bien es cierto que es un proyecto a largo plazo y que los personajes y el universo de Arcane aún están evolucionando -por lo que pueden estar guardando balas en la recámara-, pero esto resta fuerza narrativa a la música, motivo por el cuál no alcanza la excelencia, aún con un desempeño muy notable. Hay personajes que merecerían sus propios temas, algo que no ocurre con frecuencia. La música, en el plano narrativo, se fundamenta en el uso de claves determinadas en momentos puntuales, dando la impresión de que podría haber sido mejor aprovechada. En conclusión, la banda sonora de Arcane se cocina a fuego lento, con inteligencia y sentido de la dramaturgia. Hay algunos momentos (pocos) con decisiones erróneas que parecen fruto de la intención de llegar a todas las audiencias a través de la música pero, al contrario que en gran parte de los productos audiovisuales de las plataformas de streaming, no se limita a contarn lo que ya es obvio, sino que ayuda a elevar el conjunto y ampliar el universo de Piltover, Zaun y sus personajes.