Segunda parte de una trilogía basada en la novela homónima de de Ayn Rand, centrada en unos Estados Unidos colapsados económicamente, donde se crea un nuevo orden social al que los ciudadanos deben intentar sobrevivir.
El compositor mantiene la línea de lo que hiciera Elia Cmiral en la anterior parte, con una bella música dramática apacible, de tono nostálgico, y un temario algo más enfático pero también lírico.