(Reseña de Ignacio Marqués Cuadra):

Esta es probablemente la banda sonora más notable de toda la trilogía que el compositor concluye con un impecable desarrollo de los temas creados en los dos primeros juegos, siguiendo la misma línea musical tan característica y sólida. Es en esta entrega donde todos los frentes abiertos alcanzan su punto álgido, bien en lo lírico, en la recreación de lo agreste, en lo dramático (en menor medida), pero especialmente en el apartado épico con unos temas para los numerosos combates que son de una gran complejidad en la construcción musical, también de una exquisita originalidad y virtuosismo, que en general consiguen elevarlos sustancialmente respecto a los de las dos anteriores entregas, a modo de gran clímax. Es un excelente y esforzadísimo cierre para una interesantísima trilogía de bandas sonoras que, en su aplicación, por determinadas características de los juegos, no ha logrado volar tan alto como merecía una música de semejante personalidad y tan sólida construcción a todos los niveles.