Un prostíbulo regentado por vampiros y una casa en la que se guarda luto están frente a frente. En medio, un esqueleto viviente.
Extensa partitura, típica del género de terror, con efectos melódicos y orquestales intensos y agobiantes, que recrean un entorno de angustia, opresivo y decadente, pero que adereza su sentido cómico de manera grotesca. Contiene momentos de relajación, pero sustancialmente es frenética.