Intensa y hermosa banda sonora que rinde emotivo tributo a DeMille en su magnífico tema principal, suntuoso y lírico, del que se saca buen provecho. En el resto muestra a un compositor en su más puro estilo, con música de acompañamiento ambiental, otra para el énfasis de lo relatado y por supuesto referencias a algunas películas, como la propia The 10 Commandments (56). Fue la última obra del compositor antes de morir.