Un respetado abogado del sudoeste de Estados Unidos se introduce en el mundo del tráfico de drogas.
El compositor aplica una extensa y variada creación dramática y ambiental que sustancialmente dedica a recrear un entorno opresivo, tenso y asfixiante. Incluye algunos elementos étnicos no con fines localistas sino dramáticos, y también música para realzar una cuidada sensación de fragilidad, en especial gracias a un sencillo y bello tema central de tono evocador. En su conjunto es una obra eficiente, aunque no acaba por consolidar su discurso.