Serie televisiva de marionetas, ambientada en un mundo dominado por la pérfida raza de los Skesis, desde que se oscureciera el cristal que conducía al país por el camino del bien. Unos jóvenes intentarán devolverle la luz.
Segundo álbum con la música de la serie, que incluye la música adicional de Samuel Sim, que es bastante más destacada que la mayor parte de la hecha por Pemberton, funcional exceptuando temas concretos que, como hemos indicado, se diluyen en la serie por deficiencias de montaje y por un exceso de frentes temáticos que acaban por resultar algo caóticos y de resultados dispersos.
Es evidente que las intenciones de ambos compositores se aprecian: músicas para los entornos de fantasía, aventura, peligro, amor y terror, para lo épico y lo dramático, para lo majestuoso y lo íntimo. Y es claro que para todo ello se recurre a una creación musical menos ortodoxa, experimental, donde lo medieval se fusiona con lo majestuoso, y donde instrumentos y efectos sonoros van a la par. Pero si en su aplicación final todo eso se solapa, se diluye, no se resalta, y además los temas centrales (los que deberían ser narrativos) están más parcheados que integrados, pues acaba por ser un trabajo fracasado. Hay temas musicales buenos (muchos otros no lo son) y en especial están las canciones -no incluídas en estos discos- que si sobresalen es porque, ellas sí, se posicionan en primer plano y toman el protagonismo que en ningún momento se ha concedido como era necesario a la música.