Un ex-operativo de la fuerzas especiales reconvertido a mercenario, tras ser sometido a un cruel experimento adquiere poderes de curación rápida, adoptando el alter ego de Deadpool. Armado con sus habilidades y un oscuro y retorcido sentido del humor, intentará dar caza al hombre que casi destruye su vida.
El compositor firma una irrelevante y muy impostada banda sonora que pretende recrear entornos dinámicos y modernos, también paródicos. Pero es una mera sucesión de temas con electrónica sin otro resultado que el del acompañamiento apático y sin gracia del filme, al que no eleva ni al que aporta nada destacable. La parte dramática es patética. Lo mejor, por una vez, son las canciones, mucho más interesantes. Lo demás es mero relleno.