Reseña por Ángel González:

Francis Lai fue un compositor de cine que aún tiene una notable cantidad de incondicionales en ciertos círculos, aunque en otros es considerado un abanderado del almíbar musical. Como todas las filias y fobias imagino que hay un punto en el que, más allá de la conexión o desconexión emocional con el público, se puede valorar su obra con otros criterios: en este caso, el de la aportación al cine que ha hecho. En mi particular caso nada que objetar con su capacidad para crear temas retentivos y sentimentales que buscan tocar la fibra sensible. Unos me gustan más y otros menos, hay de todo. ¿Pero esos temas en qué modo hacen cine?

Mi opinión es que Francis Lai buscaba darle un cierto color a los filmes en los que participaba, creando ambientes eminentemente melancólicos con melodías muy reconocibles. Pero no me parece que haya sido un compositor especialmente interesado e implicado en contarnos historias, salvo notables excepciones (o excelentes, como Occi ciorne, si la memoria no me juega una mala pasada). Me temo que no es el caso de esta International velvet, una película que pretende ser una secuela de National Velvet (con Elizabeth Taylor), y que cuenta con Tatum O’Neal unos años más tarde de Paper Moon (74). Para mí esta película es una auténtica suma de clichés, algunos risibles (al menos vistos más de 40 años después), del que salvo claramente a Christopher Plummer haciendo lo que puede con el papel que le han dado. Aquí se tradujo como Doble triunfo, que evidentemente tenía más gancho comercial.

Es una película hecha indisimuladamente para hacer llorar de emoción a un segmento de público determinado, y no duda en utilizar muchos recursos trampa para ello:

• Historia de una niña cuyos padres han fallecido en un trágico accidente, y es acogida por sus tíos;
• Voz en off narrando la desgarradora historia (que tampoco lo será tanto; aunque el hecho de partida, sí, evidentemente);
• Relación niña/o-animal (en este caso un caballo que nace, crece y se convierte en un crack), con emotivo reencuentro en cámara lenta;
• Historia de superación personal;
• Tonos muy pastel;
• Y música emotiva.

Por lo menos acaba bien y no muere nadie al final, tipo L’ultima neve di primavera (73), The Champ (79), etc.
En lo que respecta a la música de Francis Lai, tiene tres temas claros y repercutidos, y realmente son emotivos, pero entre lo emotivo y lo empalagoso puede haber una línea muy fina. Cierto es que envuelve a la película con un tono y color muy específos, y que haya quien la vea como muy bonita y emotiva aunque no estén muy claras las ideas temáticas. En cualquier caso, he intentado encontrarle una explicación al desajuste en la aplicación de los tres temas repercutidos, buscando hipótesis que permitan que todo tenga sentido.

El primer tema es el dedicado a Sarah, la protagonista, y debo reconocer que a mí me gusta mucho. Surge ya de inicio como parte del recuerdo de Sarah por su tía (Velvet, a modo de voz en off), y luego acompaña a Sarah durante el filme, pasando de lo íntimo a lo exultante. No solo nada que objetar sino que creo que está muy bien traído a cuenta. El segundo tema en importancia es uno tremendamente afligido, que suena asociado en ocasiones al tema de Sarah, y en otras no. ¿Pero qué explica este tema?

- Opción 1: Es el tema de su tía, una Velvet bastantes años después de National Velvet (protagonizada en su día, como dije antes, por Elizabeth Taylor), pero que va perdiendo presencia en la película y resulta un personaje creo que bastante mal dibujado. A favor de esta teoría, el que la escena inicial asocie este tema al de Sarah, pudiendo dar a entender que es Velvet quien está recordando a Sarah. Más tarde, en una de esas conversaciones íntimas en la socorrida playa, vuelve a sonar más diáfano, cuando Velvet habla de ella misma.

La edición musical de la banda sonora también vincula este tema con Velvet. Pero esta hipótesis deberíamos desterrarla en el momento que esta música suena cuando un primer amor de Sarah vuelve a encontrarse con ella, tiempo después de su primer beso, para decirle que se va a casar con otra chica.

- Opción 2: Es un tema destinado a reflejar la tristeza de la protagonista. Pues es evidente que suena en momentos tristes (que hay, pero tampoco tantos) como podría ser el de ese breve reencuentro. Pero no es así, porque este segundo tema surge en momentos en los que la tragedia de Sarah no está presente (ni ella misma), y también llega a sonar cuando a Sarah le salen bien algunas cosas, como durante la fase de entrenamiento con su caballo.

- Opción 3: ¿Querrá ser anticipo de una final trágico (lo que justificaría la voz en off y la secuencia tan lacónica del inicio)? Esto también lo descartamos porque el final no es triste. Si no, no se titularía Doble triunfo sino quizás Doble tragedia.

- Opción 4: Se pone para hacer llorar y porque queda bonito. Opto por ella.

El tercer tema es más secundario respecto a los dos anteriores. Tiene una presencia notoria en la escena del nacimiento del caballo. Sin embargo, también podría haber diversas lecturas aquí.

- Opción 1: Es un tema referido al caballo de sarah y quizás al vínculo del caballo con Sarah. Surge cuando nace, de manera extensa, y parece querer poner el foco en él. Entonces, ¿por qué suena cuando el tío le cuenta a Sarah que Velvet perdió un bebé? ¿No tendría más sentido que sonase el segundo tema, si es el aplicable a Velvet? ¿Querrá establecer una conexión entre el nacimiento del potrillo (la vida) y la pérdida que sufrió Velvet (la muerte), de un modo más próximo a Terrence Malick? Es posible, pero me decanto porque no, especialmente visto lo sucedido con el segundo tema.

- Opción 2: Se pone para hacer llorar y porque queda bonito. Opto por ella.

Esta sensación de desconcierto la tengo también con otras películas con música de Francis Lai, como le ocurre a la aplicación del tema principal de Course du lièvre à travers les champs (72), o con el tema principal de Madly (70).

Una última curiosidad, los temas de Francis Lai han sido piezas codiciadas para bastantes telenovelas, que los han reutilizado sin piedad (y quizás sin mucho criterio, pero esto es solo una suposición) porque resultaban emotivos. Y este es el caso de International velvet.