Un joven sin medios económicos es acusado del brutal asesinato de un arzobispo y de su defensa se hace cargo un abogado algo arrogante, que descubre en el muchacho una inquietante doble personalidad.
Banda sonora en la que el compositor aplica una música para recrear sobre el protagonista un entorno de misterio creciente y también dramático, moderadamente afligido.