En el futuro, Norteamérica es un páramo asolado por la radiación con una única megalópolis con una población de más de 400 millones de personas, cada uno de los cuales es un infractor en potencia. Los únicos que intentan imponer el orden entre semejante caos urbano son los jueces, a la vez agentes de la ley, jueces, jurados y verdugos.
Partitura ambiental en la que el compositor recrea un entorno post-apocalíptico, violento y hostil, en base a una música moderna, implacable, sin espacio para la liberación melódica salvo en un bello pero desolador réquiem final.