La odisea del único superviviente de un grupo de doce hombres que participaron en un gran sabotaje contra los nazis.
El compositor aplica una banda sonora dramática que desarrolla en dos frentes: por un lado música para enfatizar el peligro y la hostigación; por el otro, aquella que sirve para explicar las diferentes fases emocionales y anímicas del protagonista, que abarca de la soledad y desazón al empeño y determinación. Entre ambas, un tema principal lírico para el tributo.