Una mujer de origen sudamericano viaja a España con la esperanza de encontrar un futuro mejor. Llega a Barcelona, pero cae en las redes de una mafia de trata de blancas.
El compositor aplica música de aire porteño con el propósito de que sirva de referencia, permanente e inexorable, en el trágico devenir de la joven. No hay mención alguna a música española o catalana, ya que lo que se busca es circunscribir su creación a la figura protagonista, a las raíces que pretende abandonar y de las que, en ningún caso, puede escapar. Por ello, hay en la gran belleza de esta eterna música una desalentadora descripción de la soledad.