Partitura que se desarrolla en dos niveles dramáticos, bien definidos: por una parte, música de acción para la huida, frenética y vibrante, con un contundente tema principal agitado y nervioso, donde se destacan las teclas de un piano tocadas de modo poco ortodoxo y otros temas de refuerzo de tono urbano. En otro nivel, temas dramáticos de tono melancólico, afligido, con voz femenina. El compositor marca claramente las pautas en ambos niveles, pero no va mucho más allá de eso, y acaba por ser una obra un tanto reiterativa, a pesar de su solvencia instrumental y melódica.