Reseña de Manuel Báez:

Tras 25 años, Evangelion ha alcanzado su final con el estreno de la cuarta película de la tetralogía Rebuild. Para comprender esta banda sonora y su sinergia con la narrativa hemos de saber que la carrera profesional de Sagisu ha estado ligada a esta epopeya, al margen de otros trabajos. Eso ha posibilitado una gran sinergia entre el compositor, el creador de la serie y los guionistas, que se ha manifestado en una banda sonora tan brillante como poco convencional, como la propia saga.

La música siempre ha sido un elemento crucial en Evangelion. Incluso cuando no está presente tiene importancia, caso del walkman que escucha su protagonista, siempre en bucle, salvo en este Rebuild. En esta nueva génesis, la música crece, como las almas en el renacimiento. Si en la primera película gran parte del trabajo se basaba en el anime original, fue divergiendo a medida que descubríamos que nos encontrábamos ante una obra diferente, alcanzando su cúspide en 3.0+1.0.

No debemos entender su narración desde una perspectiva temática, sino en una composición por actos, en forma de ópera, incluso, sinfónica, dividida, como la propia película, en forma de actos. Además de una aportación dramática, Sagisu utiliza la instrumentación y los géneros como elemento narrativo, anticipando la el desarrollo de la acción, explicando lo que no vemos. El lore de Evangelion es muy complejo: con el cristianismo como piedra angular, muestra una batalla entre la voluntad/desesperación humanas y divinidad. Por eso encontramos esa fragmentación estilística con elementos operísticos, pop, metal, jazz y grantes tuttis orquestales y piezas corales, cada una encargada de contribuir a la creación narrativa, además de temas preexistentes, algunos de los cuales -como Joy to the world- tienen una orquestación y una implementación específicamente pensada para cumplir un propósito narrativo.  Los temas, representados a través de la instrumentación y los géneros, aluden a la conexión con los otros, la alienación, la depresión, la divinidad o la voluntad humana. La música coral y el gran sinfonismo representan la divinidad, mientras que instrumentos como el piano, la guitarra eléctrica, los sintetizadores y ritmos electrónicos, o la música pop representan a la humanidad. A veces estos elementos se fusionan, pero esto también es intencional: los EVAs son divinos, pero los manejan humanos cuya voluntad, por momentos, se impone. La música ayuda a distinguir cuándo tiene lugar el espacio de lo divino y cuándo el humano, cuando una voluntad se superpone a la otra, también en las batallas. Lo mismo ocurre con la diferencia entre los coros y las voces operísticas solistas.

Lo mismo ocurre con la música no orquestal, especialmente representada a través del piano y el pop. Puede parecer arbitraria, pero focaliza y anticipa. Vemos la felicidad de los otros a través de un personaje deprimido, aunque no esté presente, por lo que se impone la desesperación y la tristeza, asfixiando el tono emocional de la música de personajes en los que se centra la acción. En cambio, cuando el pop o la música más luminosa trasciende sobre un personaje triste, anticipa su cambio.

Hay también elementos diegéticos (pocos) que nos descubren la realidad de un personaje misterioro, Mari, siempre que conozcamos el lore de la saga, incluyendo los cómics. Todo parece perfectamente hilado y medido, hasta el mínimo detalle. El silencio también tiene gran importancia. Vertebra los actos, ayuda a hacer naturales los cambios de género y despoja a los personajes de su música. Las dos canciones de pop que cierran la película son el broche perfecto, teniendo en cuenta la obra en conjunto. Se trata de la voluntad de vivir, de ser humanos, de conectar, de no depender de los designios de los dioses.  En definitiva, un trabajo maravilloso, posiblemente una de las mejores bandas sonoras del año, que explora narrativas no convencionales y que, al margen de tener piezas orquestales y corales maravillosas, es parte de un todo que es mucho mejor gracias al buen hacer de Sigasu y a la orquestación e instrumentación