Un hombre viaja a una isla y se enamora de una peculiar mujer, que le somete a sus caprichos. A la vez, fotografía accidentalmente a unos contrabandistas de diamantes y éstos le persiguen para quitarle el carrete.
Partitura sustentada en dinámicas melodías que se refuerzan con el empleo de violines y percusiones, con el propósito de agilizar la película y dotarla de su adecuado ritmo frenético, para subrayar lo humorístico, en ocasiones de manera deliberadamente pomposa y grotesca.