Tercera entrega de la serie iniciada en Fantômas (64), en la que el criminal reclama dinero a varios millonarios y a capos mafiosos
Aunque el compositor siguiera -como era inevitable- el mismo esquema que en la dos anteriores entregas (música jazz, temas sesenteros, etc), aportó aquí temas más sombríos, que contrastaban con el aire desenfadado del resto. Se acompaña de Se acompaña de Fantômas (64) y Fantômas se déchaîne (62).