Portugal, 1917. Tres niños afirman haber visto a la Virgen María en Fátima. Sus revelaciones enfurecen al Gobierno y a la Iglesia, que intentan obligarles a retractarse de su historia.
El compositor firma una hermosa y delicada creación en la que lo más destacado son las partes corales, de cuidada belleza. El resto es algo disperso e inconcreto en sus pretensiones narrativas y dramáticas, pero en su conjunto ofrece un resultado más que estimable con momentos muy notables.