Un oficial británico es condenado a reclusión en un campo de concentración japonés, durante la Segunda Guerra Mundial, dirigido por un comandante nipón que siente cada vez una mayor fascinación por él.
Debut en el cine del compositor, que aquí interpreta el papel del comandante del campo de concentración. La partitura se sustenta en ritmos modernos orientales, con bellas melodías que refuerzan el dramatismo de la historia, pero que sirven también en el propósito de aunar lo oriental con lo occidental, de conformidad con el comportamiento de los dos personajes centrales.