Un asesino a sueldo ya retirado enseña las claves de su oficio a un joven, sin saber que a éste se le ha encomendado matarle.
Partitura psicológica, en la que el compositor aplica música densa, atonal, no melódica, con la que acompaña el caos y la turbación del personaje protagonista, contrastada por un suave tono melancólico y por música preexistente de empleo diegético.