Videojuego, continuación de Guild Wars: Eye of the North (05). Las todopoderosas bestias han sido despertadas de su milenario sueño bajo tierra y mar. Los dragones con sus mágicos alientos expandieron la destrucción y sometieron legiones de esclavos. Un dragón inmortal llamado Zhaitan hizo resurgir la nación hundida de Orr, provocando maremotos que destruyeron ciudades enteras a lo largo del Mar de los Dolores.
Reseña de Ignacio Marqués Cuadra
La segunda entrega de la saga Guild Wars, junto con The Elder Scrolls V: Skyrim (11), entre otras, forma parte del grupo de las obras cumbres de la carrera del compositor, ya que comparte ciertas similitudes en cuanto a elaboración, extensión y enfoque. A su vez, esta obra supone un firme paso adelante respecto a lo aportado en la primera banda sonora de la saga Guild Wars: Prophecies (05) y las sucesivas expansiones. En primer lugar, y como suele ser habitual en las grandes creaciones del compositor, el objetivo principal de la obra es recrear musicalmente el vasto escenario en el que se desarrolla la acción, mediante una serie de bloques temáticos que abarcan desde lo épico y legendario (de carácter triunfal y con fuerte presencia de poderosas percusiones, viento metal e imponentes coros) hasta lo lírico y mágico (que por lo general son delicadas piezas minimalistas con instrumentación muy variada y con abundancia de momentos solistas, destacando los instrumentos de cuerda y viento madera). Por otro lado, se reutiliza el tema insigne de la saga, así como otros que se atribuyen a ciertos lugares, si bien la música procura establecer una cierta homogeneidad para todo el juego, aportando mucho colorido y definición ambiental, uno de los recursos inconfundibles en el sello del autor.
Como sucede en gran parte de las obras del compositor, la mayoría de la banda sonora está hecha con orquesta virtual, y esto le permite al compositor crear esos sonidos tan especiales que siempre están presentes en sus obras. Otra de las principales características que aquí se ven desarrolladas es el exquisito tono clásico impregnado en la totalidad de la obra, principalmente en esas bellas melodías tan elaboradas y tan propias de Jeremy Soule, con textura, que a veces nos recuerdan incluso a algunos compositores de música clásica.
Finalmente la obra se cierra con una deliciosa canción, Fear Not This Night, escrita por Jeremy Soule e interpretada por la vocalista Asja Kadric, que pone el broche de oro a esta imprescindible obra de la música de videojuegos.