Al entrar unos ladrones, una mujer y su hija se encierran en una habitación de su casa desde donde pueden observar los movimientos de los intrusos. Desesperadamente, ella intentará salir de allí y pedir auxilio.
Partitura con la que el compositor dota al filme de un ambiente cargado y tenso, pero de modo más sugerente que no explícito. La música recrea un estado de terror contenido y se mantiene así a lo largo de todo el metraje.