Adaptación de la novela de Rudyard Kipling sobre las ambiciones de dos aventureros ingleses en viaje por el Kafijistán, donde la megalomanía de uno de ellos le hace creerse que representa un dios para los nativos, con nefastas consecuencias.
Elaborada creación en la que el compositor enfrenta musicalmente los dos mundos opuestos que se narra en el filme: por un lado, melodías deliberadamente pomposas y decadentes en representación del imperio británico; por otro, temas étnicos de enorme elegancia, aplicados para la contextuación ambiental del lugar y también con fines dramáticos. Un campo éste en el que el compositor se maneja con soltura, como hizo y haría en otros filmes.