Una muchacha acepta un trabajo de canguro en una familia especial: con la llegada de un eclipse lunar descubre un terrible secreto.
Partitura que el compositor desarrolla muy sólidamente en dos niveles dramáticos claramente diferenciados: en primer lugar, música nocturna, intimista y de tono apesadumbrado; en segundo lugar, la música del caos y del desconcierto, que le permite aderezar un sentido de lo inconcreto e indefinido. Ambos transcurren de modo apacible, lo que multiplica su efecto inquietante. Se acompaña de I Can See You (08).