Nueva York, años 50. Un solitario detective privado, afectado por el síndrome de Tourette, se aventura a intentar resolver el asesinato de su mentor y único amigo
El compositor sigue los códigos usuales en el género del cinéma noir con sus recursos habituales: cálida música jazzística, trompeta con sordina... y también temas dramáticos y para la acción, todo ello con unidad de criterio estilístico, muy solvente. Es una obra ambiciosa, expansiva, que cuenta con momentos muy interesantes (especialmente aquellos más turbios) y con un sencillo y brillante tema principal que lo estructura todo y que aporta el elemento más emocional.