Magnifica muestra de la capacidad de Jarre en el género de aventuras, que no solo se ve inspirado por grandes películas del género (Lawrence of Arabia, The Man Who Would Be King) sino también por modestas películas como esta de la productora Disney. La ausencia de edición comercial de la música ha hecho de esta una de las grandes desconocidas del compositor haciendo que muchos ignoren el derroche de facultades que nos regala el compositor. Jarre se muestra generoso en la aportación de temas y en la minuciosa orquestación, demostrando que no hay proyecto pequeño cuando se tiene talento. Lo primero que destaca al escuchar la partitura es su radiante tema central, aventurero y optimista que aporta vitalidad al viaje de los protagonistas hacia el ártico. Un tema en el más tradicional estilo del compositor francés. El segundo tema es una brillante pieza impresionista a piano sabiamente distribuido que aporta una demoledora sensación nostálgica. Poco después entra en escena el tercer tema importante, un bellísimo tema de amor, casi impropio de un film de estas características, que en especial en su variación a ritmo de vals es simplemente portentosa. Como cuarto tema importante esta el de los vikingos, oscuro y con coros masculinos. El resto es una excelente sucesión de temas descriptivos que abarcan desde momentos de tensión a otros de acción, pasando por delicadas intervenciones intimistas con un piano maravilloso, alcanzando momentos realmente esplendidos. La obra esta especialmente cuidada en su aspecto musical que combina grandes pasajes orquestales, coros e instrumentos autóctonos que junto a los esplendidos temas centrales se convierte por méritos propios en una de las grandes del genero en los 70.