En París, encuentran el cadáver de una joven con un vestido de noche. El inspector Maigret tratará de identificar al responsable y entender qué le ocurrió a la víctima.
El compositor firma una breve y austera creación dramática y ambiental que funciona más atmosférica que narrativamente y que aporta un tono de cierta melancolía, especiamente alrededor del inspector y a través de su notable tema principal. Eso se extiende también al resto de temas, generando en su conjunto un aura moderadamente desoladora a la vez que misteriosa.