En 1956 la joven actriz Marilyn Monroe llega a Inglaterra para actuar con Sir Laurence Olivier en la película "El príncipe y la corista". Un joven consigue un trabajo como asistente en la producción, siendo testigo del choque de egos y la tensa interacción entre las estrellas.
Banda sonora cuyo tema principal es obra de Desplat y el resto es firmado por Conrad Pope, quien se hace cargo en volumen de la mayor parte de la obra. Sucede, sin embargo, que la importancia dramática del tema principal es primordial y relega al resto de las músicas a categorias secundarias. Efectivamente, el tema principal es una melodía emotiva y sentimental, frágil, que es aplicada a la protagonista y que conoce algunas repercusiones y en la que se destaca el uso del piano. Frente a ella, hay temas de época, ambientales, y músicas originales (de Pope) destinadas para el entorno. Entre ellas, se destaca un tema central que aporta un tono desenfadado y frívolo.