Adaptación del relato de Victor Hugo en torno a la obsesión de un policía en la Francia post-revolucionaria por un hombre que injustamente ha sido condenado por un delito que no cometió y al que persigue toda la vida.
La habilidad del compositor con las grandes orquestas y su talento como compositor se evidencia, más que nunca en este filme, para el que creó una extensa partitura sinfónica que se refuerza tanto por un sentido épico de primer orden como por el hermoso y delicado dramatismo que domina todo este trabajo. Siguiendo la tónica habitual en las películas de Bille August, no hay un tema principal que sobresalga, sino que la carga emocional de la música se extiende de forma equitativa a lo largo de la partitura, muy controlada, cuyos rasgos épicos quedan adecuadamente pautados por ese dominante y desgarrador dramatismo, que en su edición discográfica se presenta en cuatro suites homogéneas entre sí.