Antes de la Revolución Francesa, un opositor es expoliado y ejecutado. Su hija crece con la determinación de recuperar lo robado y restituir el honor de la familia.
Elaborada banda sonora en la que el compositor parte de música e instrumentación del siglo XVIII, pero con un tratamiento melódico contemporáneo. Su romanticismo es etéreo y se refuerza con la participación de voces corales y solistas que aportan un cariz exótico a la película, con refinada influencia celta y asiática. Hay también espacio para lo enigmático, con sugestivos temas que refuerzan la acción.