Tras ser abandonada por su marido una altanera y egocéntrica mujer emprende un viaje para visitar a sus amores del pasado y descubrir cómo es la vida que se ha perdido durante tanto tiempo. La acompaña su nieto, un niño con síndrome de Down.
Esta banda sonora, muy poco conocida del compositor, se susteta en una música muy cálida y amable, aplicada con el propósito de hacer fácil la empatía con un personaje que no es simpático, pero del que se resalta la bondad que finalmente saldrá a relucir. Cuenta con un cálido tema principal el tono nostálgico y evocador que se imprime en la mayor parte de sus momentos incluye también trazos optimistas, lo que hace que el viaje que emprende la protagonista sea también explicado desde la música, que salvo en lo que se refiere a los temas ambientales, es enteramente suya.