Dos reculsos escapan y encuentran refugio en una iglesia, donde son confundidos por dos sacerdotes.
Partitura en la que el compositor trabaja sobre dos estilos de música: por un lado, temas apacibles y ambientales; por otro, música sinfónica que adereza la acción y un cierto sentido épico, muy cuidado, y también humorístico, con leves toques jazzísticos.