Reseña de Ignacio Marqués Cuadra:

Majestuosa banda sonora sinfónica, muy extensa, variada y elaborada, cuyo principal cometido es que el jugador se involucre en todas las aventuras de los diversos personajes y sus historias, consiguiéndolo con creces. Para ello, el compositor escribe una música que es en todo momento exquisita, de diferentes estilos, y que sirve para reforzar tanto a nivel dramático como ambiental las historias de cada uno de los ocho personajes jugables. Pese a que cada personaje tiene su propio tema central y hay un tema principal que conduce las aventuras de todos ellos, además existen otros tantos recurrentes para una multitud de situaciones diversas (aventura, drama, misterio, nostalgia, acción...) y se aplican indistintamente a lo largo de las historias de cada personaje pero siempre con coherencia, sin llegar a existir una continuidad temática a nivel narrativo pero permitiendo que el jugador empatice con lo que va sucediendo a los personajes y los pueda entender con mayor profundidad.

Desde el punto de vista ambiental, esta es una banda sonora que no se centra tanto en lo descriptivo ni en la adición de matices a la enorme variedad de escenarios que hay en el juego, sino que aboga más por una línea expresionista, de transmisión de sensaciones e impresiones de cada momento y lugar, que en todo caso el compositor aborda con muy notable refinamiento y dosificación de emociones de modo equilibrado. Es quizá en los temas de acción donde la banda sonora escasea más, siendo en cualquier caso un apartado solvente aunque a veces un tanto repetitivo y seguramente el más convencional dentro de lo que vienen siendo las bandas sonoras de videojuegos japoneses.

En todo caso, esta es una banda sonora de una gran solidez en su aplicación, muy esforzada tanto musicalmente como en planificación y con multitud de momentos bellísimos que demuestra una vez más el alto nivel que hay actualmente en las bandas sonoras de videojuegos.