Una niña gótica, rebelde y arisca, aprenderá a enfrentarse a los problemas de la vida tras su visita al mundo de los muertos, donde es buscada por una perversa bruja.
Partitura de género en la que el compositor entabla un duelo melódico entre el tema principal (de la niña) y el contratema (de la bruja). El primero es una breve melodía que expone la fragilidad e inocencia de la pequeña, en tanto en segundo es un tema gótico y moderadamente siniestro. Ambos temas se aplican con variaciones a lo largo del guión musical hasta llegar a un punto de encuentro en el duelo final. Junto a ellos, otros temas centrales menores, siendo el más destacado una dinámica melodía para el personaje del padre. En lo que resta, abundante música para las acciones y también para el ambiente, con momentos humorísticos. Es un trabajo muy elaborado y esforzado, parcialmente condicionado por la falta de presupuesto.