Remake de Straw Dogs (71). Violencia en su grado extremo cuando una pareja que se ha instalado a vivir en un pueblecito irlandés es atacada por un grupo de hombres, que violan a la mujer y provocan que el marido ejecute una terrible matanza.
El compositor desarrolla una creación dramática que guarda algunos puntos de conexión con la que hiciera Jerry Fielding en la película original, especialmente en lo que se refiere al uso de la música como elemento hostil en contra de los personajes. No es tan turbia y densa, pero sí grave e intensa, en algunos momentos con enorme fuerza, casi apocalíptica. Sin embargo, y a diferencia de la original, el compositor sí abre una ventana melódica en beneficio de los personajes, con un bello tema que, de todos modos, no logra sobrevivir a la enorme hostilidad del conjunto. Esta es una partitura brillante.