Un hombre es despedido de la CIA y se entrega a la redacción de sus memorias y a la bebida. Cuando un disco con las memorias llega accidentalmente a manos de una empleada de Fitness y de su compañero ambos deciden sacar provecho de esta casualidad.
El tono triste y pesimista, pero también apacible y hermoso de Fargo (96) se aplica también aquí: la música se utiliza para resaltar el patetismo y fragilidad de los personajes, incluso en los momentos románticos.