Una compañía cafetera pretende aumentar las ventas y lanza campañas publicitarias consistentes en sortear sueldos vitalicios. Pero acosados por la crisis, los directivos tendrán que recortar gastos de la única forma que les queda: asesinando a todos los que en su día fueron premiados.
La buena premisa argumental del filme da pie a un notable tema principal de aires cómicamente macabros, una música divertida y animada que invita al espectador a participar en la fiesta del crimen.