Reseña de Ignacio Marqués:

La primera obra importante en la carrera del compositor y una banda sonora de especial interés en la historia de los videojuegos, pues se trata de la primera que fue grabada, en gran parte, por una orquesta real (la Northwest Sinfonia Orchestra) de forma coetánea con The Lost World: Jurassic Park (97), ya que previamente no era posible introducir músicas complejas en los videojuegos por limitaciones técnicas. La banda sonora se estructura en dos grandes bloques muy bien diferenciados. Por un lado, la música para las batallas, que es épica, espectacular y muy intensa, completamente orquestal y que además recuerda en estilo a John Williams y otros autores clásicos, influencias que serán determinantes a lo largo de la carrera del compositor. Y por otro lado, la música ambiental para los momentos de calma, que es una música tranquila, un tanto fría y triste con cierto tono de misterio para describir los desolados planetas y escenarios del juego. Además, existe un poderoso tema principal del que se hace buen uso en las partes de acción. Una banda sonora muy estimable y especialmente avanzada en su tiempo.