En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, el padre del psicoanálisis Sigmund Freud invita al icónico autor C.S. Lewis a un debate sobre la existencia de Dios.
Para esta adaptación teatral, que apenas renuncia y disimula que lo es, la música del compositor se aplica para dar cierta profundidad a los diálogos y disquisiciones, así como a los flashbacks. Hay minimalismo y también música intimista y dramática.