Reseña de Ignacio Marqués Cuadra:

Esplendorosa banda sonora sinfónica que contribuye de modo muy notable a la construcción del contexto bélico del videojuego y sus múltiples escenarios, con una música que en todo momento es majestuosa, elaborada y de una gran riqueza melódica. Cuenta con una muy sólida estructura de temas sobre la que se van desarrollando sus diversos bloques, ya sean de música para enfatizar lo épico, fortalecer el plano dramático de la historia o aportar magia y lirismo a personajes o entornos. Todo el frente de acción está conformado por músicas muy poderosas, reforzado por coros, mientras que el lírico y dramático es refinado y muy variado, con momentos muy bellos y uso de voz solista femenina.

Sin embargo, la aplicación de la música en muchas de las numerosas cinemáticas que hay en el juego resulta a veces demasiado impostada y sin buena conexión con lo que sucede en las escenas, por ejemplo utilizándose temas épicos de gran énfasis para un extenso diálogo, mientras que en otras cinemáticas se opta por no poner música, dejando al descubierto las alarmantes carencias de efectos de sonido que tiene el juego. Tampoco se adapta la música a la duración de estas escenas, quedando las piezas musicales totalmente cortadas entre las numerosas pantallas de carga y cambios de escenas, lo que da una sensación de enorme pobreza en el acabado del juego. Todo esto es algo se podría haber solucionado adaptando los diferentes temas a las exigencias y duración de cada escena (sobre todo teniendo tantísimo protagonismo), ya que conceptualmente sí que están bien aplicados. En cualquier caso, la música es el elemento más notable y trabajado del videojuego y, aunque en su aplicación no sea siempre adecuada, consigue en muchísimas ocasiones elevar de modo muy brillante muchos de los aspectos ambientales, técnicos y por supuesto narrativos y de profundidad de personajes.