Adaptación de la novela homónima de Henry James, sobre el enamoramiento de una rica heredera por un vividor, frente a la férrea oposición de su padre, y el abandono de ésta cuando el joven pretendiente se entera que ha sido desheredada.
El compositor aborda este drama con una música de factura clásica, muy intimista y ligeramente melancólica, que produce una agradable sensación de plácida relajación y que elude los componentes más sombríos del relato a favor de un arropamiento emocional de la protagonista.