Un conserje se ve obligado a pasar toda la noche en un perturbador parque de atracciones que se acabará convirtiendo en una auténtica pesadilla.
Banda sonora con música y canciones que son aplicadas para dar un tono retro y grotesco al suspense, pero que es incapaz de generar un mínimo de terror, que es su principal propósito. Ni el delirio pretendido ni los momentos aparentemente serios resultan interesantes sino aburridos.