Otro de los signos evidentes de la decadencia en la música del cine hollywoodiense, al menos el de las películas de acción de altos presupuestos. Banda sonora sin personalidad alguna, mera rutina para la que además han hecho falta dos compositores, incapaces de ir más allá de un tema principal repetido y variado casi hasta el hartazgo. Un tema musical que en sí mismo tampoco es otra cosa que música mecánica y programada, que podría servir para otras muchas películas. Es plana, insignificante, falaz y carente de interés musical o cinematográfico.