John Williams parte como claro favorito para hacerse con su sexto Oscar pero por la creación más discreta de cuantas ha hecho con Steven Spielberg. Discreta no en el sentido cualitativo sino en el presencial, el dramatúrgico y el narrativo, relacionado con su duración en el filme, su implicación con los personajes y su participación en la historia explicada. The Fabelmans (22) tiene muy poca música original, hace acto de presencia en momentos puntuales y matiza más que relata. Su tema principal es hermoso, pero no es excepcional teniendo en cuenta tantos otros que ha compuesto para el cine dramático. Siendo en principio la despedida del genial compositor con el genial director se hace extraño un mutis que, aunque muy elegante, es tan discreto. De momento, aparece en la práctica totalidad de los premios que se están anunciando estas semanas. ¿Quién le va a negar el Oscar en la que podría ser la última de las más de cincuenta veces que ha optado a él?
Su última estatuilla data de 1993, hace ya casi treinta años, lo que hace muy improbable que pueda tener rival. Si se confirma este pronóstico, será un Oscar sentimental, de reconocimiento a mucho más que una película, exactamente como le sucedió a Ennio Morricone cuando ganando por The Hateful Eight (15) se lo estaban concediendo por mucho más que la película de Tarantino. Pero, como a Morricone, el Oscar hace mucho que se ha empequeñecido para lo grande que se ha hecho Williams. La realidad es que el Princesa de Asturias (el máximo reconocimiento mundial en el mundo hispanoablante) es, aunque menos popular, más relevante, también por lo que se han ido devaluando los premios de la Academia de Hollywood. Es una verdadera lástima que se desconsiderara el Arte entre los galardones de los Premios Nobel: Pablo Picasso, Ígor Stravinski, Federico Fellini, Auguste Rodin, Isadora Duncan... ¡John Williams! ¡Cuántos genios de distintas artes sin el reconocimiento más importante del mundo!
El Oscar -si finalmente llega- será un premio pequeño para el trabajo más pequeño de Williams con Spielberg. Pero si finalmente llega la ovación será una de las más grandes que el compositor haya recibido a nivel mundial. Si llega, claro: la nominación parece más que asegurada (lo sabremos el 24 de enero) y, a tenor de los prefinalistas anunciados, pocos parecen poder conseguirlo en su lugar.