Un Zimmer arriesgado en uno de sus trabajos mas infravalorados. El compositor arriesga añadiendo una atmósfera onírica que funciona en su vertiente preciosista (que son sin duda los momentos mas destacados y espectaculares musicalmente de la obra) y en su versión terrorífica, con sonoridades muy opresivas, y cuya fusión resulta MUY acertada. Además, añade sonoridades bastante poco frecuentes para aquella época que, viendo al género que se atañe al film, no le podía venir mejor a la cinta que la acompaña. Desde luego, un trabajo que merece ser rescatado y que sabe reflejar la mente quebrada de su protagonista en un duelo entre luz y oscuridad muy bien desarrollado por Zimmer. A reivindicar desde ya